El día 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, que nos recuerda la importancia de este sencillo hábito para proteger y preservar el medio ambiente.
Los primeros residuos se generaban a pequeña escala y estaban fundamentalmente compuestos por restos orgánicos sencillos de asimilar por la naturaleza. Sin embargo, a medida que la sociedad se ha ido desarrollando, el número de residuos ha ido incrementándose y su tipología hoy en día es muy variada. Así, los residuos y su manejo se han transformado en un problema de escala mundial.
La Regla de las Tres Erres (3R) ha tenido un gran calado en la sociedad y su objetivo es cambiar los hábitos de consumo con el fin último de reducir la producción de residuos. Tal y como indica el nombre, son tres los puntos en los que se basa esta propuesta:
- Reducir, la primera y más importante de las “R”, pues es la que realmente aminora el volumen final de residuos ya que se ataja el problema desde su inicio.
- Reutilizar los residuos una vez generados, es decir, alargar su uso tras cumplir con aquel para el que fueron creados. La adquisición de objetos de segunda mano, también contribuye a este punto de la “regla”.
- Reciclar, la “R” más popular y conocida. Es el proceso por el que los residuos son sometidos a un tratamiento para su transformación en materias primas con las que volver a generar nuevos productos.
Aunque el día 17 de mayo se celebra el Día del Reciclaje, debe de recordarse que éste debe ir siempre unido a la reducción y reutilización.
En lo que respecta al reciclaje, los ciudadanos podemos contribuir de forma sencilla mediante la separación de los residuos en nuestros hogares en función de su tipología.