 Se trata de un canal que nace en Villanueva de Carrizo y discurre paralelamente al río Órbigo durante 42 km, hasta San Martín de Torres, donde devuelve sus aguas al río Órbigo.
La Presa Cerrajera se considera la precursora de los nuevos regadíos iniciados a mitad del siglo pasado en la zona del Páramo Leonés, que transformaron dicha zona en uno de los espacios agrícolas más importantes del país.
El primer documento en el que se habla de la Presa Cerrajera es de 1.315. En él se refleja la cesión de las aguas del río Órbigo a través de este cauce, por el Infante Don Felipe, para que llegaran a las tierras de la villa de Santa Marina del Rey, propiedad del Deán y Cabildo de la Catedral de Astorga.
Historiadores y estudiosos consideran que su origen se remonta a un siglo antes, apuntando a la existencia de un primer tramo de la Presa, entre Villanueva y Santa Marina del Rey, a principio del siglo XIII.
Esta obra permitió proporcionar agua a terrenos alejados de la fértil vega del río, desarrollando así una agricultura de regadío en municipios como Villavante, Acebes, Santa Marinica, Villazala o Valdefuentes del Páramo, entre otros.
La harina y el aceite de linaza eran un sustento básico de la época y por ello este cauce fue utilizado para el asentamiento de un bueno número molinos, llegando a existir hasta 56 a lo largo de todo su recorrido, de los cuales hoy en día quedan alrededor de 10.
El agua es fuente de vida y por ello, la Presa Cerrajera a su paso ha permitido el desarrollo de un ecosistema de ribera asociado. Por ello, se considera actualmente un espacio natural del territorio POEDA a proteger y conservar.
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