 La celebración se centra en una tradicional romería hasta la ermita de San Jorge, situada en el monte, al otro lado del río Eria. Para ello, año tras año, los vecinos construyen de manera artesanal un curioso puente.
Los días previos a la romería, se convoca en “hacendera” a los vecinos, y a quien quiera ayudar, para construir un puente de palos, ramas, escobones y césped sobre el río Eria. No es tarea fácil y aún menos lo era antiguamente, cuando sólo se valían de la fuerza humana y apenas un par de bueyes.
La romería habitualmente se celebra el sábado más próximo al 23 de abril y en ella se traslada el relicario de San Jorge y la figura Virgen del Rosario, esta última portada por las “mozas”, hasta la ermita.
La procesión, encabezada por el pendón, parte de la iglesia de San Esteban y se dirige hacia el puente de ramas y estacas para cruzar el río Eria y ascender hacia el monte, donde se encuentra la ermita. Allí, tras dar las tres vueltas tradicionales al edificio, se procede a la liturgia y a la ofrenda floral a la que acuden representantes de varios Ayuntamientos vecinos. La romería se acompaña de música y danzas tradicionales.
Ya por la noche, en el pueblo, se procede a la representación escénica de la obra “San Jorge y el Dragón” en honor a la leyenda. |