Atravesado por centenares de peregrinos cada año, es uno de los puentes más largos y espectaculares del Camino de Santiago.
Se trata de un puente de origen romano que atraviesa el río Órbigo por la calzada que unía Astorga con Zaragoza. Posteriormente, se convirtió en un paso obligado del Camino de Santiago.
En su entorno ya se libraban diversas batallas entre suevos y godos, posteriormente entre musulmanes y cristianos, si bien cobró fama en la Edad Media por ser el escenario de la épica gesta del caballero Don Suero de Quiñones y sus nueve “mantenedores”.
El puente se fue adaptando a las diferentes épocas y circunstancias. Actualmente, cuenta con 19 arcos de diferentes épocas que le confieren características únicas y un importante valor histórico. Está declarado monumento nacional, incluido en el catálogo de Bienes de Interés Cultural y se encuentra en muy buen estado de conservación.
En los cubos del Puente se han colocado dos monolitos con la historia del Passo Honroso y los nombres de los diez caballeros: Lope de Estúñiga, Diego de Bazán, Pedro de Nava, Suero Gómez, Sancho Rabanal, Lope de Aller, Diego de Benavides, Pedro de los Ríos, Gómez de Villacorta y Suero de Quiñones.